Posted by : Dra. Rebeka Piña lunes

AYUNO Y ORACIÒN
Por Rebeka Piña

Jesús se reveló a sí mismo a sus discípulos después de su resurrección, para mostrarles que la muerte es solamente el paso a una dimensión de vida más elevada. - Ernest Holmes

Amado Dios, yo sé que estoy en un eterno viaje. Aunque no conozco los pasos futuros o pasados de mi alma inmortal, sé que siempre estoy viajando seguro contigo. No hay lugar al que pueda ir en el que Tú no estés, y mi corazón canta con alegría y da gracias de ser una parte de Ti.
- Richard & Mary-Alice Jafolla, The Quest
La cuaresma es una época de ayuno y oración. Esta estación de cuarenta días (sin incluir los domingos) culmina con el jubiloso festival de la Pascua.

La cuaresma es un tiempo para prepararnos a la resurrección de la mente y de dejar atrás la oscuridad de los temores, dudas, y falsas creencias, para resurgir a la nueva luz del entendimiento.

En todos los textos sagrados de la antigüedad, ciertos números encierran importante simbolismo; el número cuarenta es uno de ellos y representa un tiempo largo que se completa. Como por ejemplo, Moisés y su gente vagaron en el desierto por cuarenta años hasta que superaron la programación egipcia (cautiverio) y llegaron a la Tierra Prometida. Noé resistió cuarenta días y noches de lluvia que terminó con la vieja consciencia y se abrió a un nuevo comienzo. Jesús estuvo en el desierto ayunando cuarenta días y cuarenta noches hasta que completó su preparación para su ministerio en la Tierra.

No importa si nos toma 40 días o 40 horas o aun 40 vidas enteras, debemos de dominar el entendimiento consciente de qué, y quién, verdaderamente somos. Te invito a practicar en estos días el espíritu del ayuno mental, que es el camino y la forma de purificar nuestra alma, para que pueda renacer a una vida más plena.

Más que abstenernos de carne, en estos días podemos abstenernos de la creencia de que estamos separados de Dios. Está bien abstenerse de algunas cosas del mundo, como de comer carne o chocolates, o de fumar. Todo eso es valioso e implica disciplina; pero es más importante dejar a un lado los pensamientos innobles y de no permitir que salgan de nuestros labios juicios, críticas y opiniones cerradas. Yo digo entre broma y en serio, que el mejor ayuno es no comer prójimo.

En los momentos de tentación, cuando sintamos la tentación de juzgar, criticar o chismorrear, recordemos que cada uno de nosotros es una expresión individualizada del Infinito. Tratemos de irradiar la amorosa amabilidad y compasión que reside en nosotros, hacia los demás.

La cuaresma es una estación de crecimiento espiritual y una oportunidad de desarrollo progresivo. Debemos estar dispuestos a dejar lo inferior por lo superior, lo personal por lo impersonal, lo humano por lo divino. Hagamos meditación y oremos recordando que la oración no cambia a Dios, nos cambia a nosotros. Es esencial tener un deseo profundo de crecer espiritualmente; y un deseo sincero es una forma de orar.

AFIRMACIÓN: ME PREPARO A LA RESURRECCIÓN DE MI MENTE DEJANDO ATRÁS LA OSCURIDAD DEL TEMOR, LA DUDA, Y LAS FALSAS CREENCIAS. RENAZCO A LA LUZ DE UN NUEVO ENTENDIMIENTO… Y ASÍ ES!

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