martes
LA MADRE DIVINA
Si amamos al que da la vida, amamos también a quienes han nacido de Él. -I Juan 5:1
Dios es el Principio Andrógino, el Padre y Madre de todo... todos aquellos que viven en armonía con la Verdad, son hermanos en Ella. - Ernest Holmes
Dios es el Principio Andrógino, el Padre y Madre de todo... todos aquellos que viven en armonía con la Verdad, son hermanos en Ella. - Ernest Holmes
El Día de la Madre es una celebración al amor y sostén que damos (o tratamos de dar) la gran mayoría de las madres.En México este amor divino está personificado hermosamente en la Virgen de Guadalupe. Que para mí, es uno de los más bellos ejemplos de la representación del aspecto femenino divino.
La gran fe y devoción a “la Reina Madre” de México brinda consuelo a millones de mexicanos y latinos en el mundo, quienes se caracterizan por su devoción a la vida familiar y a la cabeza (¿o corazón?) de la misma; que en la mayoría de los casos es la madre.
La consciencia de la Madre Divina continuamente envuelve a la humanidad en su seno, cumpliendo a través del amor perfecto, una manifestación del orden divino más elevado. Por su parte, en su expresión como Madre Tierra, nos acuna en sus brazos y nos brinda la riqueza de su fértil suelo. Nos alimenta abundantemente con sus ricos frutos y manjares, nos alegra con su belleza y nos proporciona sus cristalinas aguas. ¡Somos sus hijos amados!
Como madres, recibimos la llamada a sentir y brindar un amor incondicional hacia nuestros hijos, para poder proporcionar compasión, bondad, paciencia y ternura, por lo que requerimos un corazón comprensivo y presto a perdonar. Como hijos, la llamada divina es la de corresponder ese amor brindándole también compasión, bondad, paciencia y ternura.
No hay madre que no haya pasado por grandes desafíos, pero los milagros nunca cesan… cuando sentimos que hemos agotado nuestras últimas reservas de fuerza y valor, algo dentro de nosotros, proveniente de la naturaleza eterna del amor divino, nos vierte la paciencia y el amor que necesitamos en ese momento, y que no sabíamos que poseíamos. Cuando en nuestra hora de desesperación nos abrimos a la Guía Divina, la cualidad divina necesaria para enfrentar la situación nos llega y se manifiesta a través de nosotros y como nosotros. En esos momentos de gracia, todos los errores se disuelven. Lo que se necesita: perdón, entendimiento o claridad se logra en un instante.
La Fuente del amor materno nos llega como la Dádiva divina que brota continua y eternamente desde lo más íntimo de nuestro ser, y que con frecuencia no se activa hasta que llega una gran necesidad. Entonces, en esos momentos desafiantes se materializa... liberado espontáneamente abundancia y su bendición de la riqueza de la Fuente Infinita.
AFIRMACIÓN: AFIRMACIÓN: AVANZO CONFIADO BAJO LA GUÍA, PROTECCIÓN Y SABIDURÍA AMOROSA DE MI MADRE/PADRE DIOS… ¡Y ASÍ ES!
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